Jonderes, landinis y maseyfergusons

Será esa genética la que me ha provocado en esta jornada cierta sobredosis de emoción al ser testigo de la respuesta de las gentes del campo a la llamada de sus organizaciones agrarias. Éxito del que, por otra parte, uno no dudaba y por el que habría apostado salvo que hubieran erupcionado el cerro Tedeón o el pico Cabimonteros al modo del Cumbre Vieja. Es tal el historial de agravios que la agricultura y la ganadería riojanas han acumulado en las últimas décadas que era indispensable un grito, un puñetazo en la mesa o un juramento de los que hacen temblar el misterio, de los que se hacen oír incluso sin levantar la voz, como los de hoy.

Yo de la clase política no tentaría la suerte ni echaría en el olvido la demostración de fuerza de los Arag, Uagr y Upa; que esto fue lo de hoy: una exhibición de poderío. Y no por el tamaño (o el precio) de algunos tractores o por la cantidad de personal convocado. Lo mollar es que a esta gente se le agota la reserva de paciencia y luego vete tú a pedirles el voto, así seas de los que mandan ahora cargado de las mejores intenciones o de los que manejaron durante años el cortijo mirando al campo solo como una reserva electoral de votos incondicionales.

Lo mismo es tarde ya y el campo no lo arreglan ni la UE, ni Planas, ni Hita ni el sursuncorda, pero que no sea por no intentarlo. Para eso se ha llenado Logroño de tractores (qué ocasión perdida para haber llevado a los chavales, con lo que les molan los tractores). Y para que el asunto no se olvide, yo reservaría otra fecha histórica para el enero que viene y otra vez llenaría Logroño de jonderes, landinis y maseyfergusons. Qué gusto ha dado verlos revolucionados.