Un mundo sin nietos ni abuelos
Javier García
Jueves, 26 de diciembre 2024, 21:51
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Javier García
Jueves, 26 de diciembre 2024, 21:51
Hace unas semanas, el New York Times publicó una pieza titulada 'La pena silenciosa de no ser abuelos'. En ella, la periodista daba voz a ... los padres cuyos hijos han decidido no tener descendencia. En la opinión de la mayoría de los padres consultados, abundaba el respeto hacia la decisión de sus hijos, pero manifestaban que sienten que una parte importante de su propia vida, la de los cuidados familiares, se acaba. Lo puedo llegar a entender; como cualquier otra persona, ellos también han fantaseado con aquello que supuestamente toca por edad, ya sea una jubilación digna o alguien de quien cuidar.
La terapeuta Claire Bidwell Smith, autora del libro Conscious Grieving, vincula la raíz de la pena a que muchos perciben a los nietos como una especie de recompensa por envejecer. «Es como cuando tus amigos se casan o tienen hijos y tú no», dicen, con la diferencia de que, en este caso, se trata de fardar de nietos a través de fotografías o ir a buscarlos a la salida del colegio. La vida es un permanente tira y afloja entre encajar dentro del statu quo o que te importe un bledo no hacerlo. Más allá de la pena 'silenciosa' que arrastran algunos de esos casi-abuelos-pero-no, el reportaje me interpela: ¿estamos abocados a vivir en un mundo sin nietos y sin abuelos?
España es uno de los países con la tasa de natalidad más baja de Europa. En casi 50 años, el número de hijos por mujer se ha reducido a la mitad hasta alcanzar el 1,19 en 2021. En La Rioja, en 2023, alcanzamos el 1,13. Desde 2008, año en el que estalló la crisis económica, el número de riojanos que nacen cada año ha ido en descenso. La natalidad ha caído un 31% en 10 años en La Rioja, siendo 73 de los 174 municipios los que no han registrado ni un solo nacimiento en 2023. De hecho, el 64% de los nacimientos se concentraron en cuatro municipios: Logroño, Calahorra, Arnedo y Lardero.
Los factores que influyen en la bajada de la natalidad los conocemos de sobra: son económicos, son de vivienda, son climáticos o de fertilidad. Puede que exista cierto estigma a ser madres solteras o tal vez sea una cuestión de no estar preparados cuando el reloj biológico apremia. El foco siempre ha estado en las causas –y eso tampoco ha mejorado la situación–, pero no tanto en el devenir: las formas de familia del mañana. Quizá estemos ya en el mundo en el que prima el trabajo, el ocio y el disfrute individual por encima de la crianza.
¿Se puede hacer algo desde lo público para revertir esta tendencia? Por supuesto. Las políticas de conciliación ayudan a plantearse la paternidad. Los socialistas ya propusimos un acuerdo de región en esta materia, y lo dotamos de contenido. Ayudas directas a quienes decidan tener descendencia en municipios de menos de 5.000 habitantes y una renta familiar que no supere los 45.000 euros. Por nacimiento o adopción del primer hijo o hija, se percibirían 1.200 euros; y por el segundo y sucesivos hijos, 1.500 euros. Por su parte, por nacimiento o adopción en familias con domicilio en municipios de menos de mil habitantes, con independencia del orden del nacido, 2.500 euros.
Además de ello, propusimos ampliar y mejorar las becas para el comedor escolar, pues este servicio elemental para una buena conciliación es hoy un artículo de lujo, el más caro de todo el país, con consecuencias muy negativas en el acceso de las familias al mismo.
Y en materia fiscal, acabamos de proponer deducciones en el IRPF para mejorar esa conciliación laboral y familiar. Concretamente, una deducción por cuidado de descendientes por un importe de 200 euros por el primero y 300 por el segundo y sucesivos. Esta deducción beneficiaría a más de 47.000 contribuyentes, el 75% de las familias riojanas con hijos e hijas, con un ahorro fiscal de más de 6 millones de euros.
Además, proponemos una deducción por gastos en actividades extraescolares que incluyen las clases de apoyo o refuerzo recibidas por los hijos, en horario extraescolar, de las materias objeto de enseñanza en Educación Infantil, Educación Básica Obligatoria, FP, Bachillerato y estudios universitarios. El importe de la bonificación sería del 30% de las cantidades satisfechas con un máximo de 200 euros por descendiente. Esta deducción beneficiaría a más de 47.000 contribuyentes, el 75% de las familias riojanas con hijos, con un ahorro fiscal de más de 5 millones de euros. Estas cuatro deducciones son progresivas, pues se limitan a declaraciones en IRPF individuales de 30.000 euros y conjuntas de 45.000.
Como secretario general del PSOE, quiero arrimar el hombro en todas las cuestiones que amenazan el futuro de nuestra región. Desafíos y anhelos que el Gobierno debería atender sustituyendo las luces cortas por las largas en su tarea de gestión. Creemos que esta materia requiere un acuerdo de región y por ello lo propusimos, desde una tarea de oposición presidida por la crítica firme, rigurosa y constructiva. Queremos hacer Comunidad desde el consenso y el acuerdo en las cosas del comer. Estamos a tiempo.
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