Oportunidades en la ONU

En la jerga diplomática, los pasillos y los cafés de la Asamblea representan la mejor oportunidad de solucionar problemas, acercar posiciones y discutir sin tapujos ni el condicionante de una reunión oficial con agenda y acta y la posterior comparecencia ante los medios de comunicación, aunque cada día se esquiva más esta obligación de rendir cuentas ante los ciudadanos a través de los profesionales de la información como intermediarios. Hay encuentros públicos entre los distintos mandatarios que se publicitan para usarlos políticamente, pero los que no se anuncian suelen ser los más productivos y útiles.

Hay muchas fotos que en este momento clave que vive un mundo muy convulso sirven a determinados intereses. Y si las imágenes son escasas, el rendimiento ofrece razones para la preocupación. Como si el plantón lo dan los que más mandan o una actriz de Hollywood. Si las bambalinas de la ONU han funcionado este año mejor o peor lo iremos sabiendo con el paso del tiempo, cuando se tomen decisiones y se produzcan movimientos inesperados. Cada uno en sus intereses nacionales, políticos o personales, y a nivel internacional en los conflictos que mantienen enfrentados a dos grandes bloques como en Ucrania y en otra dimensión en Oriente Medio.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha aprovechado bien sus gestiones en Nueva York y con el Gobierno norteamericano antes de las elecciones con un nuevo paquete de ayuda de 8.000 millones de dólares. El encuentro con Trump tiene más morbo y lo que de verdad se haya acordado, si es que hay puntos en común, tardaremos algo de tiempo en conocerlo.

Mayor transparencia se ha registrado en lo que afecta a la presencia del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, con su amenaza a Irán, colocándolo como el enemigo real en la región con sus grupos terroristas afines sufriendo un duro castigo en Gaza, Cisjordania y ahora en el Líbano. Destacar la reivindicación del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, de recuperar el control de Gaza, usurpado por la fuerza por Hamás en 2007, y una vez lograda una cierta normalización convocar elecciones. Hace falta un interlocutor único palestino con legitimidad y autoridad real para el día después.