Llega el día D y la hora H que hemos estado esperando y sufriendo en los últimos meses. Todos pendientes y dolientes por los resultados electorales en los Estados Unidos. Los israelíes, los palestinos, los ucranianos, los europeos, los rusos, los chinos. Lo que ocurra, ... nos va a afectar a todos. Por ejemplo, a los habitantes del lugar donde escribo este artículo: los saharauis de la provincia de Dajla, la antigua Villa Cisneros. Qué necesario es ir a los sitios, hablar con sus gentes y saber realmente lo que está pasando, lo que piensan y desean y lo que necesitan y demandan mayoritariamente.
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Su vida actual, en las provincias del Sur bajo soberanía de Marruecos y practicando ya una amplia autonomía que hay que legitimar internacionalmente en el seno de Naciones Unidas, se desarrolla con seguridad, estabilidad y esperando nuevas inversiones para mejorar sus trabajos y sus vidas. Añoran a sus familiares que se encuentran atrapados en los campamentos de Tinduf, en suelo argelino y con un control férreo del Frente Polisario en condiciones muy precarias.
La nueva resolución sobre el Sáhara y la renovación del mandato de la Minurso, sus fuerzas en el Sáhara, recoge la propuesta marroquí como una buena base de negociación y de referencia para negociar una solución definitiva al conflicto. Nuevo paso internacional que se produce después del espectacular viaje oficial de reconciliación del presidente francés, Emmanuel Macron, a Rabat donde Mohamed VI le ofreció un baño de masas por las calles y la firma de una Asociación Excepcional Renovada y 22 acuerdos de colaboración en sectores clave como las infraestructuras, la alta velocidad del tren, energías renovables, gestión del agua, logística y agroalimentación, entre otros.
Marruecos está cambiando radicalmente de dimensión. Después de los enormes e importantes acuerdos firmados con los Emiratos Árabes Unidos, ahora llega el turno de Francia. Solo hace falta echar un vistazo a algunos de los acuerdos firmados con respaldo crediticio francés, algo importante.
La segunda planta desaladora más grande del mundo se inaugurará en Marruecos y proporcionará agua a 9,3 millones de personas. Thales y Panafsat construirán conjuntamente un sistema marroquí de comunicaciones por satélite. ¿Objetivo? Proporcionar conectividad a Internet de muy alta velocidad a 26 países africanos. Se amplía la red de alta velocidad con el tren del futuro que se fabricará en Fez. Con acuerdos con otros países, Marruecos se va a convertir en un Hub Aeronáutico internacional. Gran proveedor de hidrógeno verde. Descarbonización y centro de investigaciones.
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Un país realmente emergente que afronta todavía graves problemas de desigualdad, de reparto de la riqueza y de gestión de agua, entre los más cruciales.
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