Viudas

En España hay 2.3 millones de viudas y medio millón de viudos: casi cinco viudas por cada viudo. A ellas se les nota su estado por la sonrisa. En el pueblo rayano de Marvão, hay un restaurante llamado «Milhombres». Un retrato del matrimonio fundador preside el comedor. La foto del marido ya salió en una esquela, la viuda atiende las mesas y parece 20 años más joven que en el retrato de familia. La viudedad femenina, pasado el luto, es un estado de felicidad y excursión: viajes continuos, mucha gimnasia, se apuntan a todas las marchas a pie: de la Mujer, de esta y aquella enfermedad, de San Silvestre, del Agua, de la Policía… Y a todas las comidas: Carnaval, Navidad, fin de curso, de cualquier curso…

Los maridos y los novios suelen cortar las alas y muchos solo dan quebraderos de cabeza. Que se lo pregunten a la presidenta Ayuso. La corrupción, sea supuesta o sea condenada en firme, tiene nombre de marido: caso Koldo, caso Tito Berni, caso Bárcenas, caso Zaplana… Cuánta razón tenía la señora aquella que sentenció en la panadería: «No hay mujer tan mala que no se merezca unos años de viudedad».