Las formaciones más relevantes de la izquierda francesa concurrirán a las legislativas del 12 y 19 de junio con una alianza que parecía imposible pero que llega espoleada por la debacle sufrida en las elecciones que dieron el segundo mandato a Emmanuel Macron. El acuerdo ... suma a La Francia Insumisa –casi el 22% de los votos en la primera vuelta de las presidenciales–, los Verdes, el Partido Comunista y a unos socialistas camino de la irrelevancia que, en solitario, arriesgaban perder el poder local y regional que todavía atesoran. El Consejo Nacional del partido de Miterrand y Hollande aprobó la entente por un 62%, insuficiente para impedir una revuelta interna con anuncios de abandonos y de huidas hacia las filas del rebautizado grupo de Macron. No era fácil la decisión para el Partido Socialista, pero esto no disculpa que opte por la vía cómoda de intentar aprovechar el viento de cola que impulsa a Jean-Luc Mélenchon al coste de transigir con su populismo y su antieuropeísmo. Y a riesgo de verse difuminado por la figura avasalladora del dirigente 'insumiso'. La tarea del trabajo de calle para recuperar a sus antiguos votantes garantiza una travesía del desierto pero la senda elegida no garantiza el éxito.

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