Internet no sabe guardar secretos

Compartir información personal en Internet viene a ser como hacerse un tatuaje: es casi imposible de borrar y puede que te avergüence en unos años. Para tatuarse hay que ser mayor de edad, sin embargo tener un red social y publicar fotografías o datos propios ... es posible desde los 14 años. En algunos casos, los adolescentes intercambian entre ellos la más absoluta intimidad gracias a las nuevas tecnologías. Según el 'I Observatorio de la Generación Z a través del smartphone', de la empresa de móviles WIKO, un 37% de los menores españoles de 16 y 17 años reciben contenido sexual protagonizado por algún conocido. Y dos de cada diez jóvenes de 18 años reconocen haber enviado mensajes sexuales sin tener todavía la mayoría de edad. Aunque se den garantías de seguridad, Internet no sabe guardar secretos. Nuestros datos pueden emplearse para acoso, extorsión o fraude por cualquier desaprensivo. Las plataformas son a menudo víctimas de ataques y filtraciones de hackers. Quizás no sea el mejor lugar para un compromiso para siempre.