En la inopia o en la periferia

De esto no vamos a salir mejores, así que vayan despertando si andaban aún en esa inopia. Superada aquella euforia de novatillos en pandemia que nos llevó a convencernos de que un rayo de empatía nos iba a tirar del caballo del egocentrismo, de donde ... de verdad nos hemos caído ha sido del guindo buenista al que nos aupamos por no ahogarnos en el tsunami de nuestro miedo. Y por sobrevivir, claro. Ya saben: los aplausos a las 8, la sonrisa al vecino hasta entonces ignorado y la ilusión de una sociedad happy flower con banda sonora La La Land... No vamos a salir mejores, decía, pero vamos salir más. El premio de consolación. El paseo cotiza al alza como alternativa al vermú. Pongamos que hablo de Logroño. Hemos descubierto una periferia rural, con huertas, viñas, berzales, un poco de monte bajo y hasta alguna ganadería para dar aroma agreste. Los caminos del Cortijo o las huertas de Varea han sido vías salvíficas. O la subida al monte Cantabria. He visto por allí tanta gente a pie, o en bici, que no lo creerían. Y es que, puestos a no salir mejores, vamos a salir más... También por los caminos de la periferia.