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Entre todas las metáforas, mitos y parábolas que el filósofo Platón incorporó a sus diálogos, existe uno particularmente interesante y al que normalmente se ha ... prestado poca o ninguna atención. La alegoría en cuestión, cuyo desenlace posee tintes shakespearianos, figura al comienzo del libro II de 'La República' y ha sido bautizada con el nombre del anillo de Giges en honor a su protagonista. Al parecer, el tal Giges era un pastor al servicio de un rey lidio que, después de algunas vicisitudes que no vienen al caso, descubrió un cadáver anónimo que lucía una sortija de oro. Tras arrebatársela, el pastor no tardó en descubrir que la aparente vulgaridad de la joya enmascaraba su verdadero valor, un poder mágico capaz de otorgarle el don de la invisibilidad. Valiéndose de este hallazgo, Giges decidió urdir un plan en tres actos que no dudó en ejecutar sirviéndose del anillo: comenzando por la seducción de la esposa del rey, continuó con el asesinato de este último y finalizó usurpando la corona y ascendiendo al trono. Fin de la parábola.

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larioja El anillo de Giges