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Las filtraciones detectadas en dos gasoductos de Gazprom bajo el mar Báltico introducen un nuevo motivo de inquietud inevitablemente ligado a la guerra desatada por la invasión rusa de Ucrania. Ni el Nord Stream 1 ni el 2 están operativos, por lo que el todavía ... misterioso incidente no produce consecuencias en el suministro. Pero el hecho de que se trate de fugas muy inhabituales en instalaciones de esta clase, sumado a la detección por parte de la red sismológica sueca de dos potentes explosiones submarinas, situaría en el origen una acción deliberada. Y el posible sabotaje tendría que servir de alerta sobre la vulnerabilidad de las diversas infraestructuras energéticas que abastecen a Europa, bien sea entre países comunitarios o desde el exterior, ahora que se acerca el invierno. Rusia, que durante los últimos meses no ha dudado en servirse del gas para chantajear a los europeos, elige ahora situarse como espectador, concentrada como tiene su atención en la anexión de Donestsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia después de las falsas consultas populares bajo coacción y con resultados fijados de antemano. Occidente tiene ante sí el desafío de evitar que Putin sume nuevos trofeos a Crimea.
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