La inflación real no es el IPC

Se define la inflación como el incremento de los precios de bienes y servicios durante un periodo de tiempo determinado. La inflación real de una economía o país es el aumento generalizado de los precios de TODOS los bienes y servicios. Sin embargo, el Índice de Precios al Consumo (IPC) es un indicador que mide la variación de los precios de una cesta de 479 artículos de bienes y servicios considerados importantes para el consumidor medio y seleccionados por Eurostat para crear un índice armonizado para toda la zona euro. Por tanto, esto nos indica que el IPC es la inflación de solo aquellos bienes y servicios de la cesta del consumidor medio europeo de la cual se ha hecho el cálculo. Pero para saber cuál es la inflación real hay que tener en cuenta TODOS los bienes y servicios del mercado porque de una u otra manera, con más frecuencia o con menos, al final consumimos de todo. Entonces la pregunta que nos tenemos que hacer es, ¿y cómo se mide la inflación real? Lo hace un índice muy poco conocido, difícil de encontrar y calcular y de frecuencia trimestral que se denomina Deflactor del Producto Interior Bruto. Esta ratio tiene en cuenta la variación de precios de TODOS los bienes y servicios de un país. Nos da a conocer la parte del crecimiento de la economía, del PIB, que se debe únicamente al incremento de los precios.

Las ventajas del Deflactor del PIB con respecto al IPC es que tiene en cuenta TODOS los bienes y servicios, no solo los de una cesta de consumo, y, sobre todo, detecta con anterioridad la inflación del país y las tendencias de los hábitos de compra de la sociedad. Al último dato del IPC de mayo –8,7%– habría que añadirle entre 1,5 y 2 puntos más según el Deflactor del PIB. Al final, con un dato o con el otro, la realidad es que cada día TODOS los españoles somos más pobres.

Martín Torres Gavíria

Miembro vinculado a EFPA España