La inflación en la Eurozona ha alcanzado en octubre un récord del 10,7% que parecía inconcebible a medida que la integración europea se abría paso. Ya antes de que Putin ordenara la invasión de Ucrania, los precios de la energía habían comenzado a elevar ... el IPC comunitario hasta niveles difícilmente soportables. La guerra se ha cebado en la vertiente más frágil de la economía y del bienestar de la Unión, sujeta a una dependencia que se ha vuelto insostenible con la ofensiva del Kremlin. De ahí que resulte tan preocupante la impasibilidad con la que los Veintisiete siguen afrontando el desafío energético del autócrata ruso que está en el origen de la espiral inflacionista, que, a su vez, ha provocado el enfriamiento de la actividad. La economía de la zona euro solo creció un modesto 0,2% en el tercer trimestre. España ha conseguido amortiguar el alza del coste de la vida hasta el 7,3%, de lo que hay que congratularse, aunque puede obedecer en parte al 'efecto escalón' (los precios ya crecían con mucha fuerza a estas alturas del pasado año). El tirón del IPC allana el camino a más subidas de tipos cuando el euríbor está agudizando la asfixia que supone para numerosas familias la carestía de la cesta de la compra.
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