Con la expedición de la Unión Deportiva Logroñés camino de Málaga, donde el sábado aspira a cerrar la temporada más extraña de la historia del fútbol con el que sería el triunfo más trascedente de su existencia, se hace oportuna una reflexión a propósito de ... la relevancia de un partido del que no es exagerado decir que para Logroño y para la región es mucho más que un partido de fútbol. Se atribuye indistintamente a Jorge Valdano y a Arrigo Sacchi la frase «el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes». Que uno u otro no andaban desencaminados lo prueba que Logroño sea capaz de acelerar su pulso para volver a poner su corazón y su aliento al lado de unos colores. Que lo haga en medio de una situación de crisis sanitaria y de unas graves derivadas sociales y económicas. Que la ciudad empiece a vestirse otra vez de blanco y rojo, los colores que siempre la han identificado con el fútbol, como si estuviera despertando de la pesadilla sociodeportiva en la que embarrancó hace 11 años, cuando el recordado CD Logroñés culminó con su desaparición, al menos de facto y luego de más de una década de despropósitos de gestión, una historia por otra parte brillante y no exenta de páginas de gloria deportiva. Que la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, y el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso, hagan coincidir sus agendas y se embocen las mascarillas para visitar al equipo antes de su partida para poner en sus manos el delicado, y nada vacuo, encargo de representar a esta tierra que debe acompañar a la plantilla en este viaje. Que los niños y jóvenes se pongan sus camisetas de la UDL con inaudita ilusión. Que se vuelva a hablar de fútbol con brillo en los ojos. Que, en fin, la afición logroñesa se emocione al notar que está a solo un paso de poder abandonar el infrafútbol en el que habita para volver a sentarse a la mesa del fútbol profesional, que ni es mejor ni peor, ni ajeno a muchas miserias, pero es otro fútbol, el fútbol que tiene visibilidad. Y es por todo esto, y por otras razones no menores de índole económica o de promoción, por lo que puede afirmarse que sí, que el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes. Y que por ello sería principal que la UDL, el equipo que ahora debería sumar todos los alientos desde Logroño y desde La Rioja, consiguiera el sábado una victoria deportiva y el ascenso a Segunda. Después, ya habrá tiempo para volver a preocuparnos por las otras cosas importantes.

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