Secciones
Servicios
Destacamos
No sé si a usted, amable lector, le habrá ocurrido alguna vez lo que a mí: el pasado fin de semana pasé varias horas del sábado pensando que era domingo; así que me llevé una gran alegría –con qué poco nos conformamos los ricos– cuando ... una amiga me hizo notar que no, que nos encontrábamos en el sabat, el día de las brujas y de los brujos, aquellos humanos más bien pobres que se trasladaban de un lugar a otro en escobas caseras, con lo cual, por una parte, practicaban la solidaridad para con los artesanos de dicho artilugio y, por otra, nos legaban plausible ejemplo a los muy numerosos ecologistas actuales al no servirse de algún hidrocarburo de esos tan estimados hoy en el planeta Tierra.
Quizá también haya leído usted, amable lectora, que se está dando un movimiento entre bastantes multimillonarios del mundo que apoquinan dinero no solo para favorecer la consecución de vacunas contra la actual pandemia sino hasta para procurar paliar las presentes catástrofes económicas. Algunas personas opinan que los adinerados le han cogido miedo a ese virus tan amistoso que nos visita y llama a tantas puertas, mas no les crean ustedes. Los sumamente acaudalados somos más inteligentes que todo eso; visitamos con frecuencia las clínicas o talleres más prohibitivos del mundo y sabemos que un día u otro capotaremos (verbo utilizado en mi ciudad natal equivalente a entregar la cuchara o a despedirse definitivamente del valle del Ebro).
Los superlativamente prósperos no tememos tampoco las asonadas de los de abajo, que bastante tienen con intentar sobrevivir, labor en la que –afortunadamente para ellos y más aún para nosotros– nos ayudan abundantes políticos. No hay quien nos expulse de nuestros paraísos: no está el Edén para bollos.
Llegan señales de humo a La Rioja anunciando otra renovada pérdida de conexiones por tren, y mira que se lo dije yo hace dos años y va la tercera vez. Cómprense ustedes aviones personales como yo, y ya está, pero no me han hecho caso. Acaso esta solución les pareciera excesivamente cara. Pues cómprense un globo o, mejor, una escoba, a semejanza de los brujos. Claro, los jodisteis en el Auto de Fe de Logroño allá por el 1610 y todavía os la guardan. Aunque, si se piensa un poco, hacéis mucho mejor en entreteneros dando más importancia al balompié, como los romanos, los del imperio aquel tan bonito. Pero a ver si la próxima vez mejoráis, que los de la UDL han hecho el viaje en autobús, mientras que los del Castellón han navegado en vuelo chárter. ¿Para qué tenéis aquí, tan cerca, el aeropuerto de Agoncillo, ay?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.