Identidad sexual

La primera pone el foco en Irlanda, un país católico, cuya televisión estatal, como se muestra al inicio del largometraje, advierte de los peligros de la sociedad del momento: el divorcio, el adulterio y las relaciones entre personas del mismo sexo. La acción se sitúa en 1995 y en una zona rural en la que está instalada una academia militar para preparar cadetes. Un detalle no baladí, puesto que uno de los personajes centrales de la historia, Eddie (Fionn O'Shea), por presión paterna, se autoengaña intentando postularse como soldado mientras dirime su orientación social.

En su rescate acude Amber (Lola Petticrew), epicentro del relato y la gran sorpresa del filme. Una joven solitaria, lesbiana, objeto de desprecio por parte de sus compañeros de instituto que, cansada de la rústica ignorancia de sus vecinos, ahorra dinero para huir a Londres y encontrar en la 'city' su sitio.

Dos seres atrapados en una sociedad pacata y retrógrada, que el cineasta satiriza a degüello, que deciden aparentar pareja de novios para detener la sangría de burlas y camuflar su condición gay. Entre ellos surge una química fresca y espontánea que se convierte en el punto fuerte de la película.

Amber y Eddie traban una amistad vinculada a sus ansias de libertad y respeto mutuo. Sin embargo, el director acentúa la rebeldía y el carácter extrovertido de la chica. Una joven de lengua afilada e ideas claras que no esconde su inclinación sexual ni oculta a su madre la novia que encuentra en Dublín; y que trata de estimular a Eddie para que dé un paso al frente y confiese su homosexualidad.