EL CASO HITCHCOCK

La pequeña muestra, no por ello reduccionista, se inicia con uno de sus trabajos mejor dotados para explicar y analizar los pormenores del estilo del maestro inglés. 'Sabotaje' (1942) es un intenso thriller de su tiempo. Situado en medio de dos títulos que hicieron cumbre en la filmografía de Hitchcok, 'Sospecha' (1941) y 'La sombra de una duda' (1943). Al tratarse de un trabajo cuya trama giraba en torno a la búsqueda de la inocencia y detener un complot manoseado por las fuerzas hostiles de la época, los nazis, su funcional pero vibrante tratamiento, tan perfecto como el mejor reloj suizo, no fue considerado con alta estima, incluso etiquetado como mero entretenimiento repleto de artificios.

La sesión de esta noche, en obligada VOSE, es una gran oportunidad para reconocer y valorar un filme modélico construido con los giros sorpresivos que te levantan de la butaca tan propios de un cineasta que apuraba al límite la suerte de sus héroes.

El largometraje está interpretado por Robert Cummings, que encarna al bondadoso pero insistente Barry Kane. Un hombre que ha visto morir víctima de un atentado a su mejor amigo y sospechoso de ser el responsable del sabotaje. Idea que el genio del suspense utilizaría en varias ocasiones y que aquí permite que su atribulado personaje vaya desvelando pistas mientras atraviesa el país hasta culminar la acción en una de las secuencias mejor desarrolladas de la Historia del cine, cuyo desenlace se ubica en la estatua de la libertad.

'Sabotaje' es un filme a reivindicar, de factura impecable y curso acelerado de cómo se realiza un compacto cine de intriga cuando tienes ideas y un talento infalible para diseminarlas en un crescendo a ritmo de vértigo.