La historia de nuestra historia

La historia se escribe con lo que se cuenta, con lo que no y con lo que se da por sabido. La de la Autonomía de La Rioja, también. Se cuenta que hace 40 años, los 32 elegidos para redactar el Estatuto rubricaban en Yuso ... el documento que luego se convirtió en la ley de leyes de la región, solo al rebufo de la Constitución. Firmaron y se hicieron una foto en la puerta del convento con cara de hacer historia; historia de la tierra, pero historia al cabo. Lo sabido es que a no pocos de aquellos 32, la autonomía riojana como que se la refanfinflaba tanto como a los partidos (entonces UCD, PSOE y AP) en los que trataban de medrar. Pero por miedo a la calle, que a punto estuvo de echarlos al pilón de Nájera en el histórico octubre del 78, o por vaya usted a saber qué inusuales confluencias astrales, fueron capaces de hablar, confrontar, transaccionar, avenirse y acordar el texto que daría sustento jurídico a una autonomía en la que no todos ellos, ni mucho menos, confiaban. Que no fue un logro menor. Porque si les toca hacer algo parecido a sus electas señorías de hoy, imaginen, me malicio que terminamos liados en una federación transprovincial con el Cantón de Cartagena. O así.