El populismo gobernante en Polonia, ultraconservador y sin escrúpulos, acaba de escalar en su larga lista de provocaciones a la UE con una decisión de su Tribunal Constitucional que declara que la Justicia comunitaria no puede imponerse sobre la nacional. Una resolución que contraviene los ... Tratados, adoptada por una Corte conformada a imagen y semejanza del Partido Ley y Justicia en su creciente determinación de afianzar la influencia de los poderes ejecutivo y legislativo sobre el judicial. Un inquietante proceso que está en el origen del enfrentamiento con Bruselas. La respuesta de la Comisión Europea, contundente en sus términos pero huérfana todavía de acciones concretas, difícilmente conmueve a un Gobierno polaco consciente de su poder desestabilizador en el actual momento de transición política en Alemania y con Francia camino de las presidenciales. Por supuesto que Varsovia quiere permanecer en la UE, como dijo ayer su primer ministro, pero solo aprovechándose de las ventajas de su financiación sin comprometerse con un Estado de Derecho que le exige respetar a las mujeres y las minorías y garantizar la independencia de sus jueces y la libertad de prensa.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad