Un gueto con patitos

Entre otros muchos tragos, tiene pinta de que a Pedro Uruñuela le va a corresponder el de echar el candado al colegio San Francisco logroñés. Una papeleta heredada. Un sapo que se han ido legando de consejero de Educación a consejero de Educación. Encajado en ... un marco envidiable, poco más tiene hoy que envidiar. Ha sido el gran fracaso educativo de la región. Mientras alimentaba sus aulas con niños gitanos (del pueblo gitano, se lee en su web), no se hacía notar. Luego se animó con la primera generación de inmigrantes aquí nacida (riqueza multicultural, dice la web) y tampoco daba una guerra. Con su huerto y sus patitos, se decían maravillas del San Francisco. Pura pose. En cuanto los gitanos y los inmigrantes dejaron de tener hijos en plural, como todos, ni integración ni multiculturalidad ni el Sursum corda. El cole languideció a más cada curso. En la última convocatoria ha recibido menos demanda que votos de UPyD en unas elecciones. Otro fracaso del sistema. Parecía un gueto y era un gueto; con patitos, pero gueto al cabo. Había conciencia común de ello, pero nadie hizo porque dejase de serlo. El último, que cierre por fuera.