Gestos de justicia

En el marco de esta pandemia que sigue azotando con virulencia, aún resulta más apreciable el gesto de una enfermera que tras una larga sesión en el hospital regala un detalle de cariño al paciente desmoralizado. O el guiño de una pediatra que al agradecer su dedicación suelta un 'con esa sonrisa me basta'. O el gesto de ánimo de una especialista que aplaude el esfuerzo del enfermo por salir adelante. Y lo premia con una ovación silenciosa. O el atento celador que atiende sin pudor cualquier duda y resuelve cualquier conflicto con un comentario de complicidad.

Es esta gente la que se merece que los demás, los que nos topamos con ellos en momentos tensos, tengamos el respeto de seguir las medidas de seguridad sanitarias mínimas, que pongamos nuestros medios particulares en que esto no siga desmandado. Porque ellos se merecen que les devolvamos el gesto que ellos nos dispensan a diario. Quid pro quo. Por justicia.