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Fui guionista en 'El Víbora' entre 1983 y 1985, la época de mayor repercusión de la revista (vendía 40.000 ejemplares al mes). Publiqué un puñado de historietas dibujadas por mi compañero y amigo Toni Mena. Recuerdo la extraordinaria ilusión que me hizo ver mi ... primera historieta en el número 47 y lo importante que me sentía a mis 23 años por formar parte de 'El Víbora', que fue durante bastante tiempo la vanguardia del cómic para adultos. Cerró en 2005 y su director, Josep María Berenguer, que siempre me trató con deferencia, murió en 2012. Hoy, Ediciones La Cúpula, que publicaba los álbumes, continúa su activa labor gracias a la dirección de Emili Bernárdez, un tipo estupendo.
En los años ochenta el cómic se convirtió en un importante referente cultural. Proliferaron las revistas de distintas líneas: 'Címoc', 'Tótem', 'Cómix Internacional', 'Cairo', '1984'… En algunas de ellas también colaboré. Pero la puntera, la cañera, la provocadora, la realmente 'underground', la más salvaje, la de mayor calidad (y la que mejor pagaba) era 'El Víbora'. Por sus páginas pasaron, entre otros muchos, Javier Mariscal, que empezaba a hacerse famoso decorando bares; Max con sus luminosos dibujos y personajes tan poco correctos como Gustavo o Peter Punk; el exuberante Nazario y su perturbadora Anarcoma; Alfredo Pons con su María Lanuit, que se hizo yonqui tardío y murió de sobredosis; Martí y su atormentado taxista; Gilbert Shelton y sus fabulosos Freak Brothers; un genio del dibujo, Callonge, al que también una aguja demasiado larga se le cruzó en el camino; y Montesol, Roger, Carratalá, Ceesepe, Pamies o Das Pastoras.
Y fue el tiempo de esplendor de Gallardo y Mediavilla, auténticos creadores de un universo lumpen poblado por personajes canallas: Emo, Morgan, Cuco, El Niñato o Makoki (invención del estupendo 'outsider' Felipe Borrallo). Juanito Mediavilla, el talentoso guionista, inventó un vocabulario marginal hilarante que pasó a formar parte del argot de la calle. El álbum 'La juventú de Makoki' quizá es lo más gracioso que he leído nunca.
Hace unos días ha muerto Juanito Mediavilla, a los 72 años. Unos meses antes había fallecido su compañero de páginas, Miguel Gallardo, a los 67 años; ambos en este maldito 2022. Gallardo continuaba al pie del cañón y tenía éxito como ilustrador y autor de cómics; Mediavilla estaba fuera de juego y sobrevivía con precariedad y el fantasma del desahucio en el piso familiar de su Burgos natal, después de verse obligado a dejar Barcelona. Queda tras ellos una obra meritoria y memorable que no merece el olvido. Descansen en paz.
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