FUTBOLISTAS DE REGIONAL
Cautivo y desarmado ·
Secciones
Servicios
Destacamos
Cautivo y desarmado ·
Llevo votando 28 años. Y no pienso dejar de hacerlo este domingo, por mucho que me pesen las ganas. Siempre me ha parecido que eso de no ir a votar es como la ira del niño pequeño: «Pues me enfado y no respiro». Como si ... a alguien le importara.
Así que iré a votar, aún a sabiendas de que me toca regalar mi papeleta a un mal político. Es inevitable, porque entre los candidatos a presidente de los principales partidos no hay, para mi paladar de votante ya un tanto añejo, ni uno medianamente potable. Son todos futbolistas de Regional, músicos de charanga de tercera, vendedores de homeopatía caducada.
Son Sánchez, culpable namber guan de que estemos aquí otra vez, por cerrilismo y cálculo que, tiene toda la pinta, le va a salir rana. Son Iglesias, culpable namber chu, a quien tanta pureza acabará llevándole a la irrelevancia.
Son Casado, un señor de quien no recuerdo idea propia, más allá de ir repitiendo «155» por las esquinas. Son Rivera, que de tanto dar vueltas ya no sabe ni quién es. Ni él ni sus votantes, claro, que por algo se van.
Y son Abascal, portavoz de los cabreados que piensan que todo se soluciona por su santa testiculina, sin pensar que la receta de la ultraderecha populista es mentirosa, injusta e ineficaz, como se ha probado siempre y en todo lugar.
A uno de ellos tendré que regalarle mi voto. Lo haré, porque creo y confío en nuestro sistema político, que es el mejor que hemos tenido en nuestra historia. Y porque, con suerte y un poco de tiempo, quizá los vendehumos que hoy se nos plantan delante desaparezcan y, bajo los adoquines, resulte que estaba la playa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.