FUTBOLISTAS Y PARTIDOS

De hecho, sobre todo en los dos grupos mayoritarios, es más bien lo contrario. Al grupo que manda, el PSOE de Hermoso de Mendoza, lo que pensara, dijera, apoyara o negara el PSOE de Beatriz Arraiz es como de otro mundo. Para el PP de Conrado Escobar, mientras, las cosas del PP de Cuca Gamarra son la prehistoria.

Y es que los 21 que dejaron el Ayuntamiento en la legislatura pasada pertenecen en su mayoría a esa tribu extraña de los perdedores en política. Son los que, de golpe y porrazo, tienen que enfrentarse a eso que todos dicen cuando entran en política, pero que pocos piensan de verdad: que están en esto de paso. Sólo que ese paso es complicado, sobre todo para los jóvenes criados en los grupos de base de los grandes partidos y que han hecho de la política su carrera laboral durante muchos años.

Son, en realidad, como futbolistas. Tienes un trabajo, te ganas la vida honrosamente (incluso más que eso) y de pronto, de un día para otro, te vas a la calle. Como futbolistas, se entiende, pero sin sus millones. O sea, sin red ni colchón para parar la caída.

Con el paso de los años, uno ha visto ya a unos cuantos políticos emprender ese viaje tan complicado que lleva a cada mochuelo hacia su olivo. Al final todo el mundo aterriza, bien que mal, aunque hay algunos que siguen revoloteando por las sedes a la espera de una prórroga.

No siempre llega, y hay entonces dos caminos: irse a casa... o cambiar de partido.