Los más talludos recordarán la sensación de tener que esperar siete días para ver cómo continuaba la serie de moda a la que estabas enganchado de chaval. Fenómenos como las míticas series 'V', o 'Falcon Crest' para los adultos, no hubieran sido lo mismo sin ... esta cadencia en el lanzamiento de las historias serializadas. Tocaba una entrega a la semana, ni más ni menos. Cambiaron las reglas con la irrupción en el panorama del consumo audiovisual de las plataformas de entretenimiento bajo demanda. De repente, poder ver del tirón toda la serie, pegarse un atracón, apuntarse al 'binge-watching' como dicen los 'snobs', pasó a ser tendencia. Los maratones, con todos los capítulos disponibles, marcaron la nueva pauta. Surgió otro tipo de adicción: ver cuantos más títulos mejor y contarlo raudo en las redes sociales. Sin embargo, el concepto de engancharse a un producto, episodio a episodio, vuelve con fuerza, a tenor del éxito de '30 monedas', 'The Mandalorian' y otros 'hits' del momento que emplean esta antigua fórmula.

Publicidad

La maniobra de estrenar un capítulo a la semana, habitual en las televisiones generalistas, parece estar funcionando en VOD. A menudo se opta por esta periodicidad a la hora de dar luz verde a los estrenos en pos de la calidad frente a la cantidad. Visionar un episodio a la semana permite al espectador seguir la historia de otra manera y poder estar al día alternando varios títulos en paralelo, sin agobios, como era habitualmente el consumo en la televisión de antaño. Muchos relatos ganan puntos cuando son degustados poco a poco, tras el oportuno reposo. Los espectadores generan teorías, debaten sobre lo que está pasando y puede pasar, sobre los personajes... Así se alimenta el fenómeno fan. A fuego lento.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad