Por qué votaré no

1- Los cambios radicales de posición no pueden basarse en un asunto utilitario como es alcanzar la investidura. Llevamos años diciendo que no pasaríamos por una amnistía e incluso que no tenía cabida constitucional. Nos presentamos a las últimas elecciones generales con ese discurso y ganamos con claridad en Cataluña. Cierto nivel de coherencia es necesaria para que la ciudadanía no tenga más desapego de la política del que ya tiene. Esto se observará como un cambio no por estar en el gobierno sino para estar en el gobierno.

2- Si el motivo fundamental fuera mejorar la convivencia en Cataluña, hemos tenido años para llevarla adelante, pero nos hemos posicionado siempre en contra. Ahora se compara a la amnistía con los indultos, como buenas medidas para ese fin convivencial, y ya digo que estoy completamente de acuerdo con los indultos, y creo que han sido útiles. Los condenados por saltarse las dos principales normas de convivencia en Cataluña, esto es, la Constitución y el Estatut de Catalunya, fueron juzgados, condenados, cumplieron una parte de sus penas y, tras solicitar el indulto y mostrar arrepentimiento, éste fue concedido. Pero la amnistía y los indultos son medidas completamente diferentes, ya que para la primera el delito desaparece, y de momento quienes cometieron esos delitos ni reniegan de sus medidas unilaterales ni descartan de su utilización de nuevo en el futuro.

3- 'Amnistía o gobierno del PP y Vox' me parece una dicotomía falsa. Parece que en mi partido se ha instalado la sensación de que una repetición electoral nos llevaría a un resultado peor. Yo no lo veo así. Si a la ciudadanía española le dijéramos que hemos hecho lo imposible por evitar nuevas elecciones, pero que ante las peticiones de ERC y Junts el PSOE se mantiene en lo que era su posición hasta las elecciones generales, exhibiendo a la vez la indudable política de encuentro y de rebajar tensiones llevada adelante por el gobierno de España en estos años, nos dejaría, a mi juicio, en una excelente posición para ganar unas elecciones generales. En algún momento hay que poner pie en pared ante algunas peticiones, y creo que este momento era el idóneo.

4- Las dificultades para sacar medidas adelante en una legislatura con este mapa electoral son máximas. No hace falta tener una bola de cristal para darse cuenta de esto, pero además se va a añadir una coyuntura internacional endiablada, con su traslado al ámbito económico y otro asunto no menor que hay que contemplar en cualquier estrategia a medio plazo: vuelven las reglas fiscales en 2024 que dejaron de operar durante la pandemia. Ahora mismo se están negociando, no serán exactamente las mismas que las previstas en el Plan de Estabilidad y Crecimiento, serán más flexibles con toda seguridad, pero la disciplina fiscal vuelve el año que viene. Y esto puede suponer adoptar medidas difíciles en el ámbito económico para cumplir con nuestros compromisos de estabilidad financiera dentro de la UE. Este es el escenario en el que digo que dudo de la 'resiliencia' de alguno de nuestros socios a la hora de apoyar ciertas medidas.

5- Convivencia. Comparto plenamente el objetivo de mejorar la convivencia en Cataluña, comparto plenamente el análisis de que las políticas llevadas por el PP en Cataluña desde 2006 han sido contrarias a mejorar esa convivencia, pensando en alcanzar mejores resultados en otras comunidades de España a costa de avivar un enfrentamiento territorial. Políticas que le venían como anillo al dedo al victimismo histórico del independentismo catalán. Creo firmemente que la situación actual es incomparablemente mejor que en 2017 pero también creo que hay medidas por las que no se puede pasar como es la amnistía. Lo creía hace 4 meses como el conjunto de mi partido y lo creo ahora cuando la dirección del PSOE ha virado 180 grados. No es la primera vez que mantengo posturas a contracorriente, como cuando fui miembro de la Gestora Federal del PSOE representando a aquellos que perdimos aquel Comité en el que se descabezó al secretario general Pedro Sánchez. Me pareció una decisión equivocada para el futuro del PSOE, en un momento en el que estaba en duda el 'sorpaso' de Podemos. Era algo que consideraba malo no solo para el PSOE, sino para la democracia española en su conjunto.

Por todo ello, porque soy de los que creen que el PSOE es fundamental para el sistema político español y esta decisión nos hará mucho daño a medio plazo, mi voto negativo no es al acuerdo con Sumar, lo es a la amnistía, porque creo que no mejorará la convivencia en Cataluña y la deteriorará en el conjunto de España