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Francisco, sin Benedicto XVI

Editorial ·

Con su muerte, la renuncia de Ratzinger emerge como un precedente que incrementará el escrutinio sobre el estado de salud de cada Papa

Domingo, 1 de enero 2023, 22:30

La despedida definitiva de Benedicto XVI ha conmovido a la iglesia católica y a los ciudadanos del mundo que reconocen en la espiritualidad y en la religión facetas de la condición humana. El fallecimiento del Papa emérito adquiere un significado que tardará en descifrarse. Aunque ... el ceremonial que se desarrolle estos días, las palabras que el Papa Francisco dedique a su recuerdo –el mismo sábado se refirió a él manifestando que «solo Dios conoce el valor y la fuerza de su intercesión»– y las que los cardenales ofrezcan durante nueve jornadas de luto no servirán únicamente para medir el peso real que Joseph Ratzinger ha tenido en la orientación de la comunidad católica. También serán indicativos de cómo puede quedar su jerarquía en ausencia del hombre que decidió cuestionar abiertamente la infalibilidad vitalicia del Sumo Pontífice renunciando al cargo porque no se sentía con fuerzas –oficialmente de salud para poner orden en la Iglesia en medio de muy serios escándalos de abusos sexuales y filtraciones, y ante los renuentes contrapesos de la Curia romana. Se retiró discretamente hará pronto diez años. En parte porque así era su personalidad, reacia en su momento a asumir el papado; en parte porque así lo aconsejaban las presumibles causas de su dimisión. Desde entonces permaneció cerca del Papa Francisco, incluso físicamente, testimoniando lealtad y obediencia. Cerca de un Papa que muy probablemente notará su falta más que ninguna otra persona en la Iglesia católica.

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