Secciones
Servicios
Destacamos
La primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas selló anoche la polarización al límite que sacude una de las democracias más arraigadas del mundo. Francia volverá a debatirse dentro de dos semanas, y como hace cuatro años, entre el personalismo ecléctico de Emmanuel Macron y ... la ultraderecha tamizada de Marine Le Pen; un duelo sin oponentes capaces de alcanzarles que estrecha los márgenes de la alternancia y que orilla cualquier otro factor político, ideológico o electoral para transformarse en un nuevo plebiscito entre el no y el sí al populismo 'lepenista'. Que Macron se haya impuesto en esta primera ronda y la disposición de la mayoría de los candidatos a pedir, nuevamente, el voto para él a fin de frenar a su rival apunta a una reedición del triunfo del candidato de En Marcha. Pero esta posibilidad no solapa la radicalización gala, y no solo por la pujanza de Le Pen. El tercer puesto cosechado por el dogmatismo de izquierdas de Jean-Luc Mélenchon, la irrupción del ultra Éric Zemmour y la debacle de Valérie Pécresse y de Anne Hidalgo, al frente de la derecha clásica y del socialismo, sepultan la era del bipartidismo agudizando los extremos y reduciendo la liza electoral a una reacción contra la extrema derecha.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.