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Dicen que la Navidad es época de estrellitas y luces de colores, de palabras de mazapán y deseos de prosperidad, de burbujas doradas y de regalos envueltos en papel de buena voluntad. Yo creo, cada vez más, que es el tiempo de la hipocresía. Se ... toca el cielo e incluso el infierno de tanto aparentar que somos felices y que comemos perdices. Estos días me ha dado por sentir que la decepción me traspasa. Me dan ganas de tirar la toalla como columnista. Si educar la conciencia crítica escuchando todo tipo de argumentos o poniéndose uno en el lugar del otro no sirve para nada es que estamos de regreso a las cavernas. Si la Navidad es esperanza, confieso que la voy perdiendo.

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larioja ¡Feliz Navidad!, de verdad