El Partido Popular y, en general, el centro-derecha constitucionalista tiene una cita crucial en las autonómicas de Galicia y el País Vasco del próximo 5 abril, con vistas a la próxima convocatoria catalana. La advertencia de Alberto Núñez Feijóo -«No seré rehén de ningún ... partido, ni tan siquiera del mío»- da cuenta de las especiales circunstancias en que los populares afrontan los comicios gallegos. Cuando el presidente de la Xunta ve la garantía de su continuidad más allá del voto militante y, sobre todo, de las directrices del PP nacional. Al tiempo que la renuencia de Pablo Casado a confirmar la candidatura de Alfonso Alonso en el País Vasco en nada favorece a los populares. La característica común de ambos responsables territoriales es que representan posiciones más moderadas y centristas que la política trazada por Casado, seguida con mayor o menor entusiasmo por los dirigentes autonómicos que gobiernan gracias a Vox.
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En caso de que Núñez Feijóo reedite su mayoría absoluta, Génova no solo tendrá que tener en cuenta la advertencia de ayer, sino que los populares corroborarán que el presidente gallego es la alternativa natural al liderazgo de Casado. Pero en caso de que no lo consiga, la dirección del PP no podrá desentenderse del grave revés que ello supondría frente a la entente entre el PSOE y los nacionalistas. Por su parte, de confirmarse el retroceso demoscópico en en País Vasco, la dirección del PP cometería un serio error si recuperara las declaraciones de Cayetana Álvarez de Toledo imputando los límites electorales de los populares vascos a su presunto adocenamiento respecto al PNV.
Génova haría bien en dejar en manos de Núñez Feijóo y de Alonso la política de los populares en sus respectivas autonomías, especialmente en período electoral. También a la hora de integrar a Ciudadanos en candidaturas conjuntas donde -Galicia y Euskadi- la formación encabezada por Inés Arrimadas ofrece un exiguo apoyo electoral previo. El argumento de Ciudadanos, de que se trata de ensamblar una propuesta del centro-derecha constitucionalista cuyo desafío último serán los comicios catalanes, se topa con una contestación irrebatible en el mensaje de Núñez Feijóo. Porque la alternativa conjunta entre PP y Ciudadanos se vendría abajo si no cuaja en Galicia en torno al actual presidente de la Xunta.
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