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«¿Cómo curar a un fanático?», se preguntaba el escritor Amos Oz sobre el conflicto judío/palestino. Leyéndolo estaba cuando el escritor Salman Rushdie fue agredido salvajemente mientras impartía una conferencia en Chautauqua, estado de Nueva York. Me impresionó tanto como en 1989 la orden ... religiosa del ayatolá Jomeiní animando a darle muerte. No sé cómo se puede vivir un día tras otro sintiendo dentro de ti el miedo a saberte sentenciado. Rushdie lleva treinta y tres años superando esa angustia. Defendiendo el maravilloso derecho a la libertad de expresión, ha sabido seguir escribiendo y viviendo con la sombra de esa amenaza. Seguramente es más feliz que sus enemigos porque tiene su vida propia y respeta la vida de los que le odian.

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larioja Contra el fanatismo