Familias numerosas, ¡sí!
«Las familias numerosas nos hacen un favor a todos y no merecen el olvido ni el castigo del Gobierno a pesar de informes de exclusión como el de Foessa 2019»
MARTA CAÑO
Sábado, 29 de mayo 2021, 02:00
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MARTA CAÑO
Sábado, 29 de mayo 2021, 02:00
Casi todo el mundo tiene una familia que te abraza cuando hace falta; una carretera que frecuenta; un museo, teatro o polideportivo que disfruta; un funcionario al que recurre; un trabajo, un comerciante, ganadero o agricultor gracias a los cuales cubres necesidades básicas y, mal ... que te pese, una participación en la deuda pública. Precisamente por eso, las leyes de presupuestos generales contemplan notables partidas económicas destinadas a financiar todos estos apartados. Menos el de la familia. España gasta en familia el 1,2% de su PIB. La mitad que la media de la UE. Un matrimonio español debería tener 11 hijos para igualar las ayudas que recibe un matrimonio con dos hijos en Reino Unido y 13 si nos fijamos en Alemania. Según la OCDE, los hogares españoles, a lo largo del año, aportan el 13% del gasto total en Educación en Primaria y Secundaria, y un 29% en la educación universitaria y FP Superior.
Invertir en familia no es suprimir la expedición de libro de familia. Tampoco hacer leyes vacías de dotación económica, ni agitar la opinión pública en torno a lemas más o menos oportunistas. Es aprobar bonificaciones proporcionales al gasto fijo por hijo, que en La Rioja asciende a 633 euros al mes. O incluir el criterio de número de hijos en todas las leyes, prestaciones, desgravaciones y baremos de acceso a bienes públicos y sociales, en particular a la vivienda, el empleo y la formación. O fomentar la iniciativa privada (empresas, asociaciones...) para el desarrollo de acciones cuyos fines persigan el interés general a través del apoyo directo a la familia. O movilizarse para que las mujeres no sigan siendo penalizadas por su maternidad y deje de menospreciarse su dedicación a la familia (o la de los hombres).
Ser familia numerosa tiene ventajas personales relativas a la alegría de los niños, la compañía, amistad, lealtad o amor que se pueden llegar a vivir; a la satisfacción de participar en un proyecto colectivo que entraña gran dificultad y que es un reto, etcétera. Pero también tiene sus muchos inconvenientes. Por eso nadie elige ser familia numerosa porque «compense», aunque compense. Es algo que haces con la misma actitud del escalador (valiente, sufridor, ilusionado), pero sin los apoyos de Red Bull. Y beneficia a toda la sociedad. Hay familias de tantos colores como posibles combinaciones entre personas y circunstancias, pero solo un tipo de familia: la que tiene hijos (uno, dos, tres, más). Porque solo se habla de familia cuando llegan los hijos a ese grupo inicial formado por los esposos o convivientes, los abuelos, tíos o adoptantes que se hacen cargo.
Últimamente se quiere establecer una oposición excluyente entre familias numerosas y monoparentales bajo el lema 'Hay muchos tipos de familia'. La ley de familias numerosas establece que lo son aquellas, con uno o dos progenitores, que tienen tres o más hijos (dos en caso de discapacidad), comunes o no comunes. Luego no existe tal enfrentamiento. Entonces, ¿por qué deberían tener más protección los hijos de quienes eligen no casarse que los hijos de aquellos que contrajeron matrimonio civil o religioso con el amor de su vida? Y si reconocemos que los menores merecen igual protección, ¿por qué no se atiende a la renta per cápita, renta familiar, en lugar de reclamar atención por la ausencia de vínculo conyugal? Hay que cuidar a todas las familias, y está claro que hay situaciones sobrevenidas que requieren mayor apoyo inicial, (jóvenes embarazadas de forma imprevista, viudos y divorciados con custodia total, discapacitados y enfermos crónicos, parados, etcétera) pero no parece sensato aprobar leyes que hagan más rentable ser padres en solitario que lo contrario.
Por otro lado, los beneficios atribuidos a las familias numerosas son tan exiguos que un porcentaje altísimo (64%) no solicitan el título oficial. Consideran que no les aporta mejoras sustanciales. Y tienen razón: no se computa el tercer y sucesivos hijos en las prestaciones por ERTE o la renta ciudadana. Sánchez acaba de proponer suprimir la deducción en el IRPF, ha recortado el bono social, ha modificado y reducido el complemento en las pensiones por maternidad. Los descuentos en el IBI y tasas de agua no se aplican en todos los municipios y, si necesitas una casa mayor por ser más, o pones la lavadora o te duchas todos los días, te pasas de tramo y te penalizan. Las familias numerosas nos hacen un favor a todos y no merecen este olvido ni el castigo del Gobierno de Sánchez a pesar de informes de exclusión como el de Foessa 2019. Gracias a que las empresas empiezan a respaldar al colectivo con descuentos, con una estrategia que resulta rentable porque fideliza un tipo de cliente que gasta mucho pero necesita ahorrar.
Termino alentando a las familias a solicitar el título y a asociarse: «Si no estás registrada, no cuentas. Si no te asocias, no puedes participar en el juego democrático ni puedes defenderte». En Fanurioja te atendemos con todos los recursos disponibles.
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