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Falla en la salud pública

La marejada de fondo está en la reacción de los 'medio vacunados' que expresan su incomodidad inclinándose por seguir con AstraZeneca

Sábado, 29 de mayo 2021, 02:00

La mayoría de las personas de menos de 60 años que recibieron una primera dosis de la vacuna de AstraZeneca prefiere que la segunda sea de la misma marca, frente al criterio insistente de Sanidad, concertado de manera muy genérica con las comunidades, para la ... administración preferente de Pfizer. Un escenario que se replica en La Rioja en relación a los 14.121 trabajadores esenciales que esperan completar su pauta. El ministerio ha reconocido haber incurrido en un problema de comunicación al priorizar el uso del ARN mensajero, presentando la continuidad con el adenovirus como una opción a la que acceder previa rúbrica de un consentimiento informado. Pero todo error considerado de comunicación en la gestión pública encierra una falla previa. En este caso tiene que ver con un cambio de criterio dilatado respecto a la pertinencia o no de vacunarse con AstraZeneca. Y con la confusión generada entre el litigio judicial de la UE contra la farmacéutica y la falta de disponibilidad de su vacuna. El ministerio nunca ha afirmado taxativamente que resulte más seguro vacunarse con Pfizer que con AstraZeneca y en qué medida, mientras circulaban informaciones de casos graves tras la inoculación de la segunda, sobre todo en mujeres. El estudio realizado por el Instituto Carlos III dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades sobre el uso de la vacuna de Pfizer como segunda dosis solo en 400 personas de menos de 60 años tampoco pudo presentarse concluyente en cuanto a sus eventuales secuelas. Aunque el error más imperdonable estriba en trasladar una decisión de salud pública, nada menos que sobre la utilización de una u otra vacuna, al libre albedrío de ciudadanos que además accedieron a la primera dosis por ser profesionales de servicios esenciales. Es lógico que muchos que no experimentaron ningún malestar prefieran seguir con AstraZeneca, aun a pesar de la última noticia del ministerio sobre cuatro muertes acaecidas por trombos. Se da la circunstancia de que distintas comunidades gobernadas por el PP, como Madrid, Andalucía y Galicia, están interpretando la resolución emanada del Consejo Interterritorial de la semana pasada de manera laxa. Seguramente, también porque creen contar con viales suficientes de ambas vacunas. Pero la marejada de fondo se encuentra en la reacción de los 'medio vacunados', que probablemente expresan su desconcierto e incomodidad inclinándose mayoritariamente por seguir con AstraZeneca.

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