Expediente inmaculado

Por eso, suena de lo más incomprensible la última ocurrencia del Ministerio de Educación, que acaba de lanzar la propuesta, a discreción de las comunidades autónomas, de que los alumnos puedan pasar de curso con cualesquiera suspensos tengan en su expediente.

No tengo claro si es efecto secundario del coronavirus determinado reblandecimiento de las membranas cerebrales que últimamente padecen algunos mandamases políticos. Pero me cuesta asumir otra teoría. A no ser que me salga mi vena malpensada y dirija mi hipótesis hacia un (uno más) intento de encubrir la pésima gestión de la pandemia.

En un país con pésimos resultados en todos los informes PISA, con un altísimo porcentaje de fracaso escolar y un alarmante desempleo juvenil, es un suicidio colectivo enviar a los escolares el mensaje de que no vale la pena esforzarse en los estudios, de que hagan lo que hagan (mejor dicho, lo que no hagan) pasarán de curso y podrán seguir adelante aunque su expediente esté trufado de 'pencos'. Puede que así se eviten muchos borrones en los expedientes académicos, pero no desaparecerán dichos manchurrones en los historiales vitales. Que son los que de verdad importan. En fin.