El estado de las cosas

Pero a lo que iba, que les quería contar a ustedes que el otro día, estando yo con no mucho que hacer, cayó bajo mis ojos el Barómetro correspondiente al pasado mes de marzo y mientras esperaba que empezara el Celta-Real Madrid estuve echándole un ojo para saber qué era lo que no estaba pasando en España.

Y así pude ver que, como siempre, los encuestados habían sido mitad hombres, mitad mujeres y con más de treinta y cinco años el ochenta por ciento de ellos. O sea, que hasta aquí bien, mitad chicos y mitad chicas, para que no haya respuestas sesgadas y por edades, el grupo que forman quienes ya han dado los primeros pasos por el siempre difícil camino de la adultescencia.

Luego, ¡cómo no!, traía el estudio varias preguntas y respuestas sobre la pandemia. Poco nuevo a decirles, solo un par de cosas: primera, que a la mayoría de nosotros lo que nos preocupa son los efectos que esta tortura nos ha dejado (y nos está dejando) sobre la economía y el empleo y la segunda, que a pesar de todo somos muchos los que pensamos que lo peor ha pasado ya, lo que no quita para que con este bicho siga uno teniendo la mascarilla detrás de la oreja.

Y así llegamos a la guerra Ucrania/Rusia y pongo primero a Ucrania porque, para su desgracia, en esta estúpida contienda que cada día nos sobrecoge un paso más, es Ucrania la que muere en casa. Y para mi asombro he de confesarles que los encuestados declaran que se tiene un buen grado de conocimiento de lo que está pasando, que este es un tema por el que se sienten preocupados, que es debido a este conflicto que se está empeorando tanto la opinión de Rusia como la de su presidente Putin y que lo que hay que hacer es presionar internacionalmente para que los rusos retiren su ejército. Cosa esta en la que somos muchos los que estamos de acuerdo, aunque por ahora nuestro acuerdo no haya servido de nada.

Y fue al final, y ya a punto de comenzar el partido, cuando caí en una respuesta solo ella merecedora de un Barómetro, a ser posible sin contaminar por la voz de su amo. La pregunta que se había hecho a los encuestados era: ¿me podría decir por qué partido siente usted más simpatía? Pregunta esta a la que el cuarenta y seis por ciento de los encuestados, repito, el cuarenta y seis, había respondido: por ninguno.

Y estando así las cosas y habiendo comenzado ya el partido, dejé sobre la mesa el Barómetro y me dispuse a volver a ver ganar al Madrid. Y hasta el domingo que viene, si Dios quiere, y ya saben, no tengan miedo.