Un esqueleto en la fresquera

En Tricio levantas una piedra y te sale al paso un legión romana. Ahora andan de obras donde se levantaba la casa consistorial. Al quitársela de en medio han resucitado algunas piedras con las que berones y romanos entretuvieron sus habilidades arquitectónicas. Y unas fresqueras, ... excavadas, con un esqueleto decúbito supino y sin ajuar. De chavales, jugábamos allí con trozos de terra sigilata, una cerámica muy principal que en la primera cristiandad debía de ser como ahora Lladró. O más. Cada obra que se empieza en Tricio sería el sueño de Howard Carter. Tritium la Grande vivió la gloria del Imperio con tanta intensidad que luego se dejó ir. Y hoy dormita como avergonzada sin que a nadie le haya ocupado ni un poco así recuperar tanta historia. Enseguida cubrirán las piedras, las fresqueras y el esqueleto que ahora han visto la luz. Como ha ocurrido ya con tantos otros restos. Y como ocurrirá. En la tierra del chorramasdá, qué sirve hablar de patrimonio o de cultura. Nihil novo sub sole.