Secciones
Servicios
Destacamos
Ahora le toca a Logroño. Igual que pasó en las principales ciudades de La Rioja Baja, la capital vive la resaca post sus no-fiestas con una más que regular alza de positivos, con mucha gente en la UCI y con, en fin, más y ... más víctimas mortales.
Vemos, como si fuéramos vacas mirando el tren pasar, cómo la segunda ola vuelve a subir sin que haya nada que podamos hacer.
O bueno, igual sí hay algo que podamos hacer. Sinceramente, ver las fotos que circulan por ahí de la Laurel este fin de semana ha hecho que se me caiga el alma a los pies. Sí, cierto, las imágenes pueden engañar, pero eso no quita lo principal: cuando de nuevo nos va fatal, cientos de logroñesitos se lanzaron a los bares, a comer en la calle donde no hay distancia ni mascarilla posible. Y la poli echó a 18 jóvenes de un chamizo el finde. Y 220 personas acabaron multadas la semana pasada por no llevar mascarilla. Como si no pasara nada a nuestro alrededor.
Y lo cierto es que sí pasa. España se va un 12% abajo en el PIB, y eso es un desastre bestial. Imagínense que toda la industria turística española desapareciera un día, de pronto: pues eso es más o menos el 12% del PIB.
Así que, señores responsable del Gobierno de La Rioja, para qué esperar. Si ya saben que hay medidas que se pueden tomar (miren París ayer, por comentarlo) simplemente tómenlas. Esperar un día más sacrificando salud por economía es perder ambas sin remisión. Estamos en 400: no hay que esperar a 500.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.