Espantar los males
A la última ·
En Nápoles se canta como se tiene que cantar, a grito pelado, sin disimulo y con alegría, como ya solo se canta en los conciertos de rock y en los estadios de fútbolA la última ·
En Nápoles se canta como se tiene que cantar, a grito pelado, sin disimulo y con alegría, como ya solo se canta en los conciertos de rock y en los estadios de fútbolCantar por la calle está mal visto. Lo digo yo, que voy tarareando lo de turno con los auriculares puestos y, sin darme cuenta, me vengo arriba en el estribillo. Entonces, los viandantes con los que me cruzo se vuelven y me miran como si ... fuera una borracha, o una oligofrénica, o una desheredada de la tierra. Se me olvida que la gente bien no espanta sus males cantando, sino viendo Netflix.
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En Nápoles, en cambio, la gente canta. Mucho. En un restaurante, un tipo saca una guitarra y ataca por Renato Carosone mientras los comensales engullen rápidamente lo que tienen en la boca para hacerle los coros de 'Torero'. En una estrechísima callejuela de Quartieri Spagnoli suena 'Sarà perché ti amo', de Ricchi e Poveri, y una tipa loca y joven me coge del brazo, y cantamos y bailamos mientras mi santo graba un video que nunca, jamás, mientras yo esté viva, verá la luz.
En la terraza de un bar en el que nos refugiamos porque llueve a mantas, como solo llueve en las ciudades más hermosas del mundo, cuatro amigas comen pasta con almejas, y cantan, y una se mancha la blusa con la salsa de las almejas, y la camarera que les lleva otra frasca de vino de la casa se suma al lío. En la subida al Castillo de San Telmo, un anciano que anda detrás de mí va cantando algo que me resulta familiar. En el tren de vuelta de Pompeya, un hombre toca el acordeón y consigue que los pasajeros se olviden del dolor de pies que causa recorrer la historia y se pongan a cantar.
En Nápoles se canta como se tiene que cantar, a grito pelado, sin disimulo, con alegría, como ya solo se canta en los conciertos de rock y en los estadios de fútbol. Estoy por hacerme socia del Cartagena, a ver si así puedo cantar en público sin pasar vergüenza.
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