Las elecciones al parlamento autónomo de Escocia del 6 de mayo podrían reabrir expectativas sobre un nuevo referéndum en torno a su independencia, y la discusión entre Edimburgo y Londres sobre tal eventualidad. Aunque para ello los dos partidos independentistas que se presentarán a los comicios, el Partido Nacional Escocés, de Nicola Sturgeon, y Alba, del líder histórico del primero Alex Salmond, no solo tendrían que obtener la mayoría absoluta en escaños y votos sino que necesitarían superar su enfrentamiento hasta definir una estrategia conjunta ante Boris Johnson. El referéndum acordado de 2014 supuso la victoria del no por un 55,3% de votos frente a un 44,7%, con una participación del 85%. Entonces las opciones escocesas partidarias de la permanencia en el Reino Unido y prácticamente todas las formaciones del arco británico alegaron que el 'sí' sacaría a Escocia de la Unión Europea. Ahora es el independentismo el que promete devolver a los escoceses a la UE, después de que en la consulta de 2016 votasen en un 62% contra el 'brexit'. Pero Bruselas no podría avalar un referéndum unilateral, y es improbable que Johnson se aviniese a acordarlo como lo hizo David Cameron.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad