¡Escándalo, aquí se juega!

Adán y Eva nos la liaron a los de la cultura judeocristiana occidental el día que echaron mano de la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal. El fruto prohibido, versión Sandro Giacobbe. Una manzana según la tradición. A Adán y Eva ... los sacan en procesión los descuideros de la fruta, gremio en franca progresión que lo mismo limpia unos cerezos que se alivia unos manzanos en sazón. No digo que fueran del sector los dos sujetos sorprendidos por la pestañí con el auto a reventar de perucos de San Juan. Peritas verdes y sonrosadas sin origen conocido. Sanjuaneras sin papeles. Es sabido que en algunas fruterías de esta ciudad menudea la fruta de dudosa trazabilidad. Pero hay cosas que se dan por sabidas y de las que parece inconveniente hablar. Como de lo del emérito, hasta ahora. De lo de la fruta sin declarar, también. «Qué escándalo, aquí se juega», gritaba el capitán Renault de Casablanca al tiempo que trincaba «sus ganancias, señor».