El pago de al menos 1,6 millones de euros por parte del Barça entre 2016 y 2018 a quien entonces era vicepresidente de la Comisión Técnica de Árbitros constituye uno de los mayores escándalos que han sacudido la historia del fútbol español. Resulta absolutamente ... injustificable que un club tenga a sueldo al número dos del arbitraje a través de contratos con una empresa de su propiedad. Además, la desproporción entre tan abultada cantidad y los presuntos servicios prestados a cambio de ella –el asesoramiento sobre los colegiados que iban a pitar al equipo azulgrana– resta credibilidad a las insuficientes explicaciones ofrecidas hasta ahora por ambas partes. Los datos conocidos a raíz de una investigación de Hacienda a José María Enríquez Negreira, a la que se ha sumado la Fiscalía, alientan las peores sospechas, incluida la posibilidad de que la competición se haya visto adulterada durante esos años y otros precedentes a los que, al parecer, se extiende una relación que curiosamente cesó cuando el excolegiado abandonó su cargo federativo. Urge esclarecer este caso sin precedentes y depurar cuantas responsabilidades correspondan, sin descartar una sanción deportiva ejemplar.
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