Secciones
Servicios
Destacamos
A veces, no demasiadas, entre el populacho político que asoma en la prensa por sus desmanes, actos delictivos, salidas de tono y demás memeces o delitos con los que, por desgracia, nos tiene acostumbrada una parte de nuestra fauna política, surgen gestos o individuos en ... cuestión que nos reconcilian con ellos e invitan a creer que quizá aún exista margen a la esperanza. Que no todo está perdido y que las instituciones que nos gobiernan pueden caer en manos como las que hace unos días, al escuchar una noticia sobre el Consistorio de Haro, me sorprendieron. Y no era la primera vez que ocurría.
Resulta curioso que el protagonista de esta columna y del par de gestos que han hecho que, por primera vez en mucho tiempo, asienta al escuchar las palabras de alguien dedicado a la política, vengan de alguien que representa a un partido que emite sus últimos estertores. Ciudadanos, ese partido que a muchos nos hizo creer que otra política era posible, que reunió en sus filas a algunas de las personas más preparadas que se han visto en política y que, sin embargo, ha sido fagocitado por su propio éxito. Una verdadera lástima. Pues resultaba una apuesta, además de sólida, enormemente ilusionante. He de admitir que el que firma esta columna creyó que Inés Arrimadas podía llegar a convertirse en la primera presidenta del gobierno español. Qué quieren que les diga, que también fantaseo con el Clavijo en ACB y La Rioja disfrutando de una línea de AVE.
La noticia a la que hacía referencia anteriormente era la devolución por parte del grupo político de Ciudadanos en la localidad jarrera, del sobrante de la asignación como grupo municipal en la pasada legislatura. Decisión que, a pesar de que resultaba perjudicial para sus intereses como formación política, se suma a la de votar a favor de no considerar grupos municipales a aquellos que contaran con un único concejal; como era el caso de Ciudadanos y Vinea, que también votó a favor de la reducción de grupos municipales, con el consiguiente ahorro a las arcas jarreras.
Desde su llegada al consistorio harense, Borja Merino, el representante de Ciudadanos en Haro, con su participación en la vida jarrera, tanto física como en redes sociales, ha acercado el Ayuntamiento al jarrero de a pie; una actuación como liberado que dista de lo conocido en legislaturas previas y que supone un ejercicio de transparencia, limpieza, cercanía y buen hacer, que debería ser la seña de distinción de todo político que deba su salario al pueblo para el que trabaja.
Ciertamente, es una lástima que un ejemplo de honestidad política, como el que Borja Merino demuestra en las actuaciones en las que participa desde su concejalía, esté estrechamente vinculado a una formación en declive como es Ciudadanos. No obstante, es sencillo intuir que, en un futuro no demasiado lejano, más de unas siglas pugnarán por tener entre sus filas a este político de nueva hornada. Quien lo consiga, podrá considerarse afortunado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.