Entrar en el Walhalla

Este fascinante relato épico y salvaje, teñido de un halo lírico sublime también, abre la programación de mayo bajo el epígrafe de títulos que han pasado por el festival de cine de San Sebastián y obtuvieron algún reconocimiento. El filme del excelente director, Richard Fleischer, asociado equivocadamente al trabajo artesanal, ganó el premio a la mejor interpretación (ex aqueo) para Kirk Douglas. Fleischer y Douglas habían coincidido en 1954 en Disney para filmar '20.000 leguas de viaje submarino', otro referente de culto. En el rodaje trabaron una gran amistad y forjaron una afinidad creativa que les llevó, cuatro años más tarde, a parajes de Noruega para rodar 'Los vikingos', desafíos y amor bajo el clima de barbarie que acompañaba a los guerreros nórdicos.

La acción de la película se sitúa entre los siglos VIII y IX cuando los feroces hombres del norte hacían incursiones en las costas inglesas para saquear sus pertenencias. En una de las invasiones, Ragnar (Borgnine) viola a la reina y su fruto, Eric (Curtis), ignorante de su linaje de doble bando conspira contra su padre mientras él y su hermanastro Einar (Douglas) codician a la misma mujer, Morgana (Leigh).

Un entramado que parece un folletín, pero visual y estéticamente (fotografía de Jack Cardif) narrado como un espectacular tebeo de aventuras que ha dejado para la posteridad escenas antológicas que se encuentran entre las más recordadas.