No se entiende nada

Y digo yo que si hace ya algunas semanas que desde los servicios médicos se viene avisando al personal de que España está ya en una 'tripledemia' (Covid-19 + gripe + el virus respiratorio sincitial que provoca la bronquiolitis), ¿por qué, si esto es así, no se toman medidas tan elementales como vacunarse o, de una vez por todas y antes de que haya que ponerle al burro la cebada al rabo, acostumbrarnos a usar la mascarilla, en aquellos casos en los que nuestro sentido común nos lo aconseje? ¿No sabemos qué es la que se nos viene encima? O es que, como a Baudelaire, ¿alguien ha llegado a convencernos de que esta ensalada de virus no existe?

Y es que, puestos a no entender y a que no se entienda nada, está pasando con esto como con lo de la inflación, que dicen que está bajando gracias a la moderación de los precios de los carburantes y de la electricidad. Lo que no dudo que sería una buena noticia, si no fuera porque a renglón seguido no nos dijeran que la cesta de la compra sigue por las nubes y las cositas esas del comer, cositas como la leche, las legumbres, el arroz y los huevos, están ya encarecidas por encima del quince por ciento, según los datos desagregados de octubre.

Y es que, créanme, no se entiende nada. Porque, ¿ustedes entienden que a estas alturas venga a confesarnos el señor Rufián que Esquerra Republicana de Cataluña usó la discusión sobre los Presupuestos como palanca para acabar con la sedición? ¿Pero qué es lo que le pasa señor Rufián? ¿A qué vienen tan trasnochadas declaraciones?

Pues claro que utilizaron los presupuestos como palanca para acabar con la sedición, o es que piensa que nos habíamos creído otra cosa. Una cosa es una cosa y otra bien distinta es que ustedes nos tomen por gilipollas.

Y puestas ya así las cosas, y antes de acabar, permítame que le dé un consejillo sin importancia, para que por largar demasiado no vuelva a desmontar las estrategias de la ERC en lo tocante a tú qué me das si yo te doy. Señor Rufian, para próximas ocasiones tenga muy en cuenta que es de mala educación, de muy mala educación, hablar con la cabeza vacía. Y no por nada, solo porque los de su banquillo pueden llegar a cabrearse y entonces vaya usted a saber lo que puede llegar a pasar. Que torres más altas se han visto caer.

Y hasta el domingo que viene, si Dios quiere, y ya saben, no tengan miedo.