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No les entremos al trapo. No caigamos en trampas como juzgar que se ofrezca a una embarazada ver y escuchar al ser humano en fase embrionaria que crece en su seno como treta disuasoria para que no aborte. Ni participemos en la ingenua discusión de ... si obligar o no a los médicos: aún no ha nacido quien pueda forzarlos a hacer algo que no quieran. Mejor dicho, a las médicas: la mayoría de los especialistas en Ginecología y Obstetricia y el 80 % de sus MIR son mujeres, lo que desmonta la histérica (del griego hystéra, útero) acusación de «violencia machista obstétrica» lanzada por la ministra Montero la Joven.

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larioja El engaño