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ILUSTRACIÓN: Bea Crespo
Nunca digas nunca más

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El foco ·

La historia nos muestra que hay acontecimientos aberrantes que son recurrentes, que surgen por diferentes motivos y que varían en apariencia según mentalidades y contextos pero que, por mucho que nos cueste aceptarlo, son síntomas de la condición humana

Domingo, 9 de abril 2023, 00:01

Por qué nos interesa la historia? ¿Por qué es importante conocerla y estudiarla? Es muy común responder a estas preguntas con un «para que no se repita». Disculpen si les parezco cínica, pero sinceramente considero esta respuesta simplista y tremendamente ingenua. La historia, precisamente, nos ... muestra que hay acontecimientos aberrantes que son recurrentes, que surgen por diferentes motivos y que varían en apariencia según las mentalidades y los contextos pero que, por mucho que nos cueste aceptarlo, son síntomas de la condición humana. Me refiero a la violencia racional, organizada y dirigida que se hace presente en zonas de conflicto, ya sean guerras flagrantes o conflictos de baja intensidad. En el reciente libro 'Las sepultureras' de Taina Tervonen (Errata Naturae, traducción de Iballa López Hernández), la periodista recuerda una conversación con Svabo, un superviviente de la limpieza étnica que llevaron a cabo los serbios durante la guerra de los Balcanes. Svabo le cuenta una visita al campo de concentración nazi de Dachau y su reacción ante el monumento conmemorativo que reza en varias lenguas «NUNCA MÁS. Boberías -había pensado Svabo-. Cincuenta años después de Dachau, yo estaba a mi vez en un campo». Se estima que esta guerra dejó unos ciento diez mil muertos, entre los que se encuentran unos treinta mil desaparecidos. (Un inciso: La cifra de los treinta mil desaparecidos me remite a otro NUNCA MÁS: Argentina y la brutal dictadura de 1976.)

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