Editorial

Un acuerdo necesario

La Justicia no es sólo uno de los tres poderes del Estado, constituye un requisito básico para que los ciudadanos se sientan protegidos

Viernes, 19 de mayo 2023, 02:00

El acuerdo entre el Ministerio de Justicia y la mayoría de las asociaciones de jueces y fiscales, a la espera de que la mayoritaria APM muestre su postura definitiva, ha llevado a desconvocar la huelga prevista para el 22 de mayo tras la oferta del ... Gobierno de una dotación de 46,7 millones de euros para actualizar las remuneraciones –con 450 euros de subida media– y mantener la mesa de negociación para abordar otras demandas. Referidas al incremento de plantillas, juzgados y tribunales, a salud laboral, cargas de trabajo individuales, compensación por guardias, etc. El acuerdo de ayer es muy buena noticia en tanto que las personas responsables de hacer posible la administración de Justicia puedan sentirse más reconocidas en sus derechos laborales y sus aspiraciones profesionales. Aunque la aproximación entre el Ministerio y las organizaciones representativas de fiscales y jueces pareció reavivar las vindicaciones de los funcionarios de Justicia, anunciando que reemprenderán la huelga indefinida a partir del 22 de mayo. Con reclamaciones que se sitúan entre 350 y 430 euros.

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El propio hecho de que el conflicto laboral haya suspendido medio millón de juicios y vistas en el conjunto del país, y paralizado 30 millones de actuaciones judiciales advierte de la gravedad de una situación que el Gobierno no puede posponer en el caso de los funcionarios de Justicia, ni afrontar con parsimonia en la continuidad de su diálogo con jueces y fiscales. La Justicia no es sólo uno de los tres poderes del Estado. Su administración constituye un requisito básico para que los ciudadanos se vean protegidos, hasta ante el mínimo litigio, por el Estado de Derecho. El requisito de que los procedimientos no se dilaten por razones ajenas a su propia complejidad resulta básico para ello. Si hay alguna garantía que deban concertar el Ministerio, las autonomías en el desempeño de sus competencias, y los profesionales de la Justicia representados por una pluralidad de asociaciones, es que en España no se imparta Justicia a tiempo a causa de conflictos laborales.

La de ayer fue la quinta reunión negociadora en lo que llevamos de mes, y la contenida flexibilidad mostrada por el Gobierno entre los 44 millones iniciales y los 46,7 finales no parece acorde a la disponibilidad que maneja Hacienda y de la que hace gala el Ejecutivo de Sánchez esta campaña. Sobre todo cuando lo que importa es que la Justicia siga funcionando sin sobresaltos más propios de un sector económico pendiente de inaugurar su propio convenio colectivo.

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