La edad de jubilación provocó un nuevo choque entre los socios de Gobierno. En realidad, entre Escrivá y las fuerzas políticas que hicieron presidente a Pedro Sánchez. Las declaración del fin de semana del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en las que hablaba ... de la necesidad de «un cambio cultural en España» y fijaba el listón del retiro en los 75 años, no cayeron en saco roto. La vicepresidenta Yolanda Díaz, a quien se le reconoce sus dotes para los consensos, reprochó en público la ocurrencia de Escrivá. «Seamos cautos con todo lo que hacemos y decimos», le espetó tras el Consejo de Ministros de ayer, pese a que el ministro del ala socialista había matizado, incluso desmentido, sus propias palabras. «No planteamos cambiar la edad de jubilación. Tengo la impresión de que muy pocos se han leído la entrevista», le respondió Escrivá. En el acuerdo de Gobierno, en el proyecto de reforma de la Seguridad Social, no aparece retrasar la edad de jubilación. Lo que no se entiende es por qué un experimentado político decidió abrir un debate inexistente en un tema tan sensible. Los ministros no tienen opiniones personales sobre los asuntos públicos al margen del Consejo de Ministros.
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