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Echar el cierre

A LA ÚLTIMA ·

Miércoles, 23 de noviembre 2022, 21:30

Nuestras vidas se pueden contar por bares. No hablo de la unidad de presión, aunque hay días en los que también, sino de los locales donde echarse un trago al coleto. Casi todo lo que nos pasa nos sucede allí, entre la melodía chillona de ... las máquinas tragaperras, el guirigay de las voces y el ruido metálico de los tres euros al dejarlos sobre el mostrador. En un bar me tomé mi primera caña, en un bar me dejaron plantada, en un bar conocí a mi santo, en un bar me hicieron mi primera oferta de trabajo, en un bar me presentaron a mis mejores amigos, en un bar me refugié tras el penúltimo fracaso, en un bar bailé hasta caer redonda al suelo y en un bar aprendí la sociabilidad y el desencanto, tal y como escribió Claudio Magris, otro que era de barra fija. Y he visto cómo todos y cada uno de esos bares echaban el cierre, dejándome huérfana hasta que volvía a encontrar otro hogar de acogida.

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