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Algo está pasando y yo no sé muy bien qué es. Verán, les cuento. Más por capricho que por necesidad hicimos el otro día, finales de abril sería, un viaje por carretera. Nada especial. Unos doscientos kilómetros entre ir y volver. De aquí a Pamplona ... y de Pamplona aquí. Y oigan, no pueden ni imaginarse cómo está la cosa. El campo empieza a parecerse a un paisaje de Dune.
¿Me creerán si les digo que, por ejemplo, en todo el trayecto no vi volar ni media docena de pájaros? Nada. La desolación más absoluta. Un par de halcones, tres o cuatro picarazas y media docena de tordos perdidos entre una plantación de perales todavía sin cuajar... y nada más. Es como si la naturaleza nos estuviera dejando de la mano. Pero no es de esto de los pájaros de lo que hoy quiero hablarles, lo que más me chocó fue el aspecto que tenían las antes, y ya por estas fechas, verdeantes rastrojeras. Viendo el monocromo paisaje pintado en Pantone Sienna y sabiendo lo que se está sufriendo con la sequía, no dejaba de pensar en la que nos iba a caer encima cuando, haciendo bueno eso de que abril llovedero llena el granero, venga el tiempo de recoger las inexistentes cosechas.
Mal están las cosas y muy posiblemente estarán peor de lo que nos dicen. Y es por eso, porque la cosa está así de mal, que nuestro presidente de gobierno convocó para el pasado día once un consejo extraordinario de ministros, para exclusivamente tratar del azote de la sequía que tantos problemas nos está trayendo y que por aquí por nuestra tierra está produciendo efectos tan curiosos como este de que, sobrando el vino nos falte el agua.
Y es por lo que, puestas así las cosas, nuestros políticos han decidido robar una mañana de trabajo a eso tan importante de las elecciones municipales y echar un rato en buscar una solución a lo que verdaderamente importa y que no es otra cosa que el pan nuestro de cada día.
Y como Diógenes 'el Cínico' dijera aquello de que el movimiento se demuestra andando, la vicepresidenta Yolanda Díaz adelanta el paso en su lucha por la sequía y nos dice que entre otras medidas, se prohibirá el trabajo al aire libre cuando la AEMET declare alerta roja o naranja por altas temperaturas. Medida esta antisequía contra la cual nada me queda por decir. Prohibir, siempre prohibir. Hasta el domingo que viene, si Dios quiere, y ya saben, no tengan miedo.
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