Dolores Delgado flanqueada por los fiscales superiores con Stern arriba a la derecha. FGE

Dolores de cabeza para la Fiscalía

ANÁLISIS ·

En el entorno de la conservadora Asociación de Fiscales (AF) recelan del último movimiento de Delgado, que en La Rioja ha dejado vacante un cargo al que solo optaba quien hoy lo ostenta

Carmen Nevot

Logroño

Martes, 29 de marzo 2022, 02:00

La semana pasada los doce integrantes del Consejo Fiscal, ese órgano que vela por la unidad de actuación del Ministerio público y que preside Dolores Delgado, se reunía para nominar a 27 candidatos a otros tantos puestos. Entre ellos, el de fiscal superior de La ... Rioja, es decir, del máximo representante de la institución en esta comunidad. Una cuestión casi de trámite cuando solo hay un candidato a la renovación y ese aspirante, además, ya ostenta el cargo al que opta. Bastaba un sí, un adelante y a por el siguiente.

Publicidad

Cierto es que lo habitual es que los fiscales superiores no encadenen más de dos mandatos, pero, de acuerdo con una regla no escrita, los casos en los que el titular no reedita su cargo por un tercer periodo de cinco años, siempre que sea el único postulante, son excepcionales. Quizá por esa norma entre 'colegas' la renovación de Enrique Stern, que lidera la Fiscalía riojana desde 2011 y que aspiraba en solitario a la continuidad, se daba por hecha, pero en una maniobra criticada desde varios frentes, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, optó en el último Consejo Fiscal por dejar vacante la plaza a la espera de una nueva convocatoria.

El inesperado movimiento ha despertado los recelos de la conservadora Asociación de Fiscales (AF), la misma a la que pertenece Stern. Se muestran molestos porque consideran que Dolores Delgado, que dio el salto de la Audiencia Nacional a la política como ministra de Justicia de la mano de Sánchez hasta que de golpe fue nombrada fiscal general, ha promocionado a los candidatos de su asociación, Unión Progresista de Fiscales (UPF), frente a la mayoritaria de la carrera. Critican que únicamente ha apoyado y ha propuesto a los candidatos afines a la AF en los casos en que solo una persona optaba al nombramiento o a la reelección. Y en La Rioja ni eso. El caso de esta comunidad es quizá el que más ampollas levanta entre los conservadores que no entienden el por qué de este movimiento cuando Stern acumula diez años de recorrido en el mismo puesto.

Quizá porque la candidatura de Stern, que suma dos mandatos, era la única en liza, su renovación se daba por hecha

Desechada, por tanto, la continuidad del actual fiscal superior, que no estaría muy dispuesto a volver a presentar su candidatura, al menos por ahora, su descarte abre la puerta a que se pueda presentar, como ya lo hizo en su momento pero con poca fortuna, el actual teniente fiscal, Santiago Herranz. Eso solo entre los fiscales de la casa. También quedarían resquicios abiertos para otros candidatos foráneos e incluso para el regreso de quienes, como Juan Calparsoro, actual fiscal jefe de Guipúzcoa, conocen el terreno que ahora pisa Stern. Precisamente, él, a quien en su etapa riojana tildaron de 'amigo de los socialistas', cedió el testigo al actual fiscal superior antes de trasladarse a Bilbao como su homólogo en el País Vasco.

El descarte abre la puerta a nuevos postulantes de la casa e incluso a viejos conocidos

A la situación de la Fiscalía de La Rioja se suma la interinidad a la que el bloqueo político ha condenado a varios órganos clave de la judicatura de la región. La falta de acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hace mella en el antiguo Hospital Militar de Murrieta. La relación de vacantes engorda en la misma proporción que la de personal en funciones. Y esa parálisis política ha frenado en seco la designación de los presidentes de la Audiencia y de las salas de lo Social y de lo Contencioso y amenaza con entorpecer la renovación de la propia presidencia del TSJR, cuyo mandato expira en mayo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad